La habitación impropia (y otras notas sobre el amor y el destierro) en la obra de Tamara Kamenszain
Por Alejandra Ruíz Lladó I. La habitación impropia Podría afirmarse. Las palabras de amor envejecen ─monedas de cuño gastado, que pierden, por su uso, gran parte de su valor─ con más velocidad que las palabras que dicen las tristezas de la vida, las que adjetivan los matices trágicos o se aproximan, en cierta medida, a lo indecible del horror. Si tomamos un fragmento cualquiera de La llama doble[1], la voz